1/8/08

A EUSKADI DESDE EL SUR


Noble pueblo vasco. ¿Qué te está pasando? ¿Qué esperas para reaccionar? ¿Dónde están tus redaños? ¿Es posible que te los hayas dejado arrebatar por una pandilla de miserables asesinos?. Sí, ya sé que tienes miedo. Lo he visto en la madre del etarra que quería que trasladasen a su hijo, pero no a costa de la sangre de un inocente. Para decir estas palabras tuvo que esconder su cara por miedo. También he visto el miedo cuando, al ir a preguntar los informadores de TV a personas de tus calles, éstas han dicho: “No tenemos nada que decir”. “Tenemos miedo”. Lo entiendo. Es humano tener miedo. Es humano no querer comprometerse, pero, ¿ es humano vivir continuamente de rodillas?. ¿No ves, pueblo vasco que una minoría de rabiosos te tiene subyugado? ¿Dónde está tu dignidad?. ¿ Qué esperas para sacudirte su yugo?. Ya sé, y te he visto en la reacción que has tenido ante el vil asesinato de Miguel Ángel. Magnífica reacción. Extraordinaria demostración de repulsa. Lógico rechazo de un asesinato tan cobarde. Pero eso ha sido actuación de un momento. De varios momentos, si quieres, pero ¿piensas que por ello esa ralea reaccionará? ¿Crees que llegarán a considerar lo inútil de su infame ceguera?. Pienso que no. Apostaron muy fuerte al querer conseguir en cuarenta y ocho horas lo que no habían logrado con los más de quinientos días de Ortega Lara. Si el Estado no había cedido en tanto tiempo, sabían que no cedería en un lapso tan corto. Pero tenían que vengarse. Tenían que echar carne fresca inocente a su jauría. No podían consentir haber quedado burlados. Y se han vengado. No han realizado otra cosa que una horrenda venganza. Que no hablen de los derechos del pueblo contra el tirano opresor. ¿Qué clase de opresión podría ser un joven que no ha conocido otro régimen que la democracia?. ¿Qué empresa exprimidora de los derechos de los trabajadores, que los sucios dicen defender, era el hijo de un humilde albañil emigrado ?. ¿ Ante quién van a justificar su execrable crimen si no ante ellos mismos ?.

Por eso, querido y noble pueblo vasco del que tantas veces nos hemos sentido orgullosos los demás españoles, ahora te toca a ti. No quiero promover ni avivar el odio. No quiero que al terror respondáis con el terror. seríais como ellos. Pero podéis actuar de otra manera. Podéis manifestarles vuestra repulsa y rechazo sin emplear la violencia. Sois vecinos de los miserables. Conoceis a los etarras y a los batasunos. Trabajáis con ellos en la fábrica, en el taller, en la oficina, en cualquier lado. Los veis tomando chiquitos en el bar que frecuentáis y comiendo en la sociedad gastronómica a la que pertenecéis. Los podéis identificar con nombre y apellidos. Es un lugar común que en Euscadi todo el mundo se conoce. Esa es tu fuerza, pueblo vasco. Esa es tu arma pacífica. Niégales a los asesinos el pan y la sal. Cuando llegues a tu puesto de trabajo no mires al asesino, no le hables, hazle el vació. Cuando uno de ellos entre en el bar donde estas, salte de él, como si de un apestado huyeses, pues llevan consigo la peste del asesinato, la tortura, la extorsión y la intolerancia. Hazles el vació, que se sientan solos, cono ha estado Ortega Lara. Que se sientan despreciados, como han despreciado la vida de Miguel Ángel y con la de él la del resto de los españoles, empezando por la de vosotros, los vascos sanos. Que sois muchos. No os dejéis infectar más por su podredumbre. No caminéis con ellos, aisladlos como se aislan a los virus. Que entiendan de vosotros. Sí de vosotros los vascos nobles que no admitís sus métodos. Que llevamos más de veinte años de democracia que está demostrando una generosidad con ellos que no son capaces de asimilar. Que todos queremos la paz en vuestro pueblo, pero no impuesta por las armas, que es el camino que quieren dejarle al Estado, pero que éste no va a entrar en su juego.

Querido pueblo vasco, tu fuerza está en el rechazo y aislamiento de los criminales. Ponla en práctica.

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