22/7/10

¿ZAPATERO? O TUERCEBOTAS

La Sátira es un género literario que, aunque no lo asegure, pienso que tiene sus inicios casi en los albores de la Humanidad, cuando los seres humanos descubrieron las carencias y defectos de los que convivían con ellos y decidieron ponerlos de manifiesto ante los demás, con un humor más o menos ácido. No quiero hacer mención de los grandes satíricos que, en todas las culturas, han dejado constancia de su ingenio, exponiendo ante los demás lo que, a ojos vistas, era un defecto o una deficiencia de cualquier conciudadano, sobre todo si se trataba de un poderoso. Era la única arma que tenían para criticarlo sin que les fuese la vida en ello.
Por lo tanto, lo que a continuación manifiesto, considero que se encuentra dentro de este género literario y, como una manifestación más del mismo, hay que tomarlo


Desde los tiempos más remotos de la Humanidad y todavía en algunas culturas se ha considerado que el nombre con el que se designaba una persona o una cosa contenía la esencia del mismo. De forma que había una correspondencia tal entre el nombre y la cosa nombrada que hacía que ambos constituyesen un todo inseparable. Por eso, en muchos pueblos, las personas tenían un nombre con el que eran conocidos por los componentes de la tribu y otro, el que contenía la esencia del que lo poseía, reservado sólo para la familia íntima y el clan.
El primigenio motivo de esta dualidad nominal tenía su razón de ser en que si alguien conocía el nombre íntimo de una persona podría apoderarse de su esencia, es decir, llegaría a tener ascendencia sobre la misma y, por lo tanto, un poder con el que la dominaría, puesto que lograría penetrar en la naturaleza misma del nominado.
Podemos colegir, por tanto que, para los pueblos primitivos, los nombres no eran meras etiquetas para designar personas o cosas, sino que estaban impregnados de su esencia, de tal suerte que significante y significado estaban íntimamente unidos por una relación necesaria, no de arbitrariedad.
Una cosa semejante ocurría con los seres inanimados y animados. Ambos solamente tenían un nombre que designaba su naturaleza. En el Génesis se nos dice que Dios, después de haber creado a Adán, hizo desfilar ante él a todas las criaturas vivientes para que les diese nombre. Éste debería de corresponderse con las cualidades generales y particulares de cada creatura irracional y, por lo tanto, contener su esencia.
Posiblemente sea una hipótesis muy aventurada considerar que este fue el origen del nacimiento de los motes que, en principio eran los sobrenombres con los que se designaban a determinadas personas y que significaban un oficio, peculiaridad, cualidad o condición de las mismas, es decir, una característica accesoria de ellas y, el nombre que contenía su esencia, quedaba para uso restringido de la familia.
Estos motes o sobrenombres, en muchos casos, han pasado a ser apellidos, tras haber sido asignados al paterfamilias que dio origen al linaje porque era profesional de un determinado oficio.
Así ocurre con los apellidos Carnicero, Panadero, Herrero, Carpintero, Zapatero y otros muchos más.
Prestemos atención a este último. No sólo se corresponde con un oficio determinado sino que también puede designar otras muchas cosas.
Por ejemplo, se conoce como zapatero a un determinado árbol de madera no muy apreciada que se expande por el sureste de Méjico y de América central.
Yo conozco a una persona llamada Zapatero que pienso que su madera tampoco es muy apreciada, por lo menos esa es la impresión que me dan los que lo mencionan, cuando se refieren a su inconsistencia, volubilidad e inconstancia en mantener su palabra y sus promesas.
Hay un insecto muy común llamado zapatero que se encuentra en la superficie de las aguas dulces europeas y que hemos podido contemplar en cualquier lago, charca o fuente con sus largas extremidades posadas sobre el líquido elemento sin hundirse y desplazándose como si patinara.
Es un curioso animalejo con el que yo, en mi infancia, me he distraído mucho y que para mí era un misterio que caminase sobre el agua sin hundirse.
También el Zapatero que yo conozco tiene cierta similitud con dicho bichejo. Ya hemos dicho que éste se traslada como si patinase por la superficie del agua y sin jamás hundirse. Pues bien el Zapatero al que me refiero tiene también esas cualidades. Desde luego yo aún no lo he visto caminar sobre las aguas, pero para él no hay nada imposible, todo se andará.
Sí estamos saciados de contemplar como sobrenada, sin ninguna vez sumergirse, por los arduos problemas y las ocasiones peliagudas que cada día se le presentan. Posee la rara facultad de estar sobre el bien y el mal. Su palabra es infalible y todos están equivocados menos él. La verdad absoluta está solamente reservada para él.
Posee la rara habilidad de efectuar un aserto y a continuación el contrario, sin sonrojarse y manteniendo que los dos son verdaderos, pero él nunca se equivoca, los errados son lo demás. Se asemeja en su esencia al referido animalito porque sale indemne de todos los charcos en los que se mete, aunque bajo la superficie acuática se encuentren todas las tropelías, contradicciones, errores de bulto y un largo etcétera que él en su, a veces, atrevida ignorancia, se haya podido ver involucrado.
Otro animal al que se la aplica dicho nombre es al que comúnmente conocemos con japuta, palometa negra, castañola o castañeta. Éste se extiende desde las aguas frías de Atlántico Norte hasta Marruecos y también tiene su hábitat en el Mediterráneo. Es, como todos los peces, frío y escurridizo, difícil de coger con la mano por la viscosidad de sus escamas.
Su carne es muy sabrosa y se puede preparar de distintas maneras, para mí, todas agradables.
El Zapatero al que me refiero también tiene semejanza con dicho pez marino. Ha nacido cerca del Atlántico. Es escurridizo como él. Si alguien le demuestra que ha caído en una contradicción de sus mismas palabras, tiene la curiosa maña de no darse por aludido y evadirse de la cuestión que le planteen como si tal cosa.
En lo que creo que no tiene concomitancia con el mencionado pez es en lo sabroso de la carne de éste. No creo que el Zapatero que conozco sea comestible. Además la antropofagia está penada por la Ley y no le recomiendo a nadie que se atreva a hincarle el diente, pues quizá pudiese inficionarse.
Otra acepción de la palabra zapatero es la que empleamos para designar el mueble en el que guardamos ordenadamente los zapatos.
No creo que exista mucha coincidencia entre la persona a la que aludo y el fin para el que se emplea dicho mueble. Éste sirve, como he dicho, para tener en organización el calzado que poseemos.
Me da la impresión de que el otro Zapatero, por la forma en la que hace sus aseveraciones y, a renglón seguido, dice lo contrario de lo que anteriormente ha postulado, no tiene sus ideas bien estructuradas ni la cabeza amueblada adecuadamente, por lo que considero que no sirve para este uso.
Pero para mí gusto particular la palabra zapatero que evoca tiempos de mi niñez es la del artífice en el sentido prístino de la palabra latina de artista o artesano.
Un tío mío era de este gremio de artistas. Yo, de niño, me maravillaba cuando lo contemplaba tomar medidas de los pies de los clientes y confeccionar, a partir de unos trozos de cuero, magníficos zapatos de hombre o de mujer.
¡Con qué habilidad dibujaba, trazaba, cortaba, cosía, ahormaba y finalmente presentaba una verdadera obra de arte!
Este Zapatero al que me refiero ha mal vertido o degradado su apellido porque no es el artífice que todos esperaban que fuese. Es una persona que puede defender dos cosas contrarias a la vez. Cambia de opinión según sopla el viento o le dictan otros individuos. Tiene el peor defecto que un ser humano puede poseer: el de querer complacer a todos. Hay un dicho que reza: “Quien a todos quiere agradar a ninguno satisface”.
Es una desgracia para su país, pero continúa en su torre de marfil y considera que los equivocados son los demás, que él solo posee la verdad.
¡Líbrenos Dios de los que se consideran depositarios únicos de la verdad absoluta!
Hay otra palabra que no debemos confundir con zapatero y es la de tuercebotas.
El significado de la misma es bastante peyorativo ya que en el diccionario de la Lengua Española de Espasa Calpe del 2005 significa persona sin importancia, pelanas o ser que no tiene significación alguna.
También se denomina así al jugador de fútbol que destaca por ser un estorbo para su equipo.
Se emplea para designar a aquellos a quien nadie toma en consideración y que carecen de relevancia, es decir que son insignificantes, que no tienen importancia, o trascendencia.
Creo que la persona que conozco es más bien un tuercebotas que un zapatero.

14/7/10

¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

Refiere García de Valdeavellano que, conforme iba avanzando la Reconquista y se constituían nuevos núcleos de población, cuando éstos tenían que resolver un problema que atañese a esa comunidad, todos los vecinos, a “campana tañida”, tenían que reunirse, normalmente los domingos después de misa mayor y por costumbre ante la puerta de la iglesia, para que cada uno diese su opinión de cómo había de solucionarse la contrariedad que a todos afectaba y, en común, tratar de hallar la solución al problema.
Lo curioso y más importante del caso, nos sigue contando el historiador referido, es que aquél que no concurriese a la reunión, era reo de una multa, porque no intentaba ayudar a remediar la dificultad que aquejaba a la comunidad.
Este fue el comienzo del ayuntamiento o, permítaseme la palabra, ajuntamiento, dado que todos los vecinos se juntaban, ayuntaban o unían para resolver un problema común.
A eso podemos llamar auténtica democracia, pues ésta no es más, a grandes rasgos, que el gobierno del pueblo por sí mismo.
Aunque, con el tiempo y dados que los problemas de las poblaciones se fueron haciendo cada vez más complejos, no hubo más remedio que encomendar la tarea de la solución de los mismos, a determinadas personas, más influyentes o sobresalientes para que hiciesen frente a ellos.
Esta forma de reunión “a campana tañida”, se conservó a lo largo de los años casi hasta el siglo XVIII.
Concretamente tengo documentado que Fernando el Católico en 1511 y 1520 se dirige a Córdoba, con motivo del encabezamiento de ciertas rentas, y dice a su corregidor que el pueblo se reúna “a campana tañida” para que tomen éstas por dicha modalidad.
Con esto pretende el Rey que todo el pueblo participe en una determinación tan importante y de tan gran repercusión en la ciudadanía que se va a ver afectada por una modalidad determinada de pagar los tributos a la Corona.
No estoy refiriendo un suceso de la Arcadia Feliz. Cuento lo que me ha enseñado la Historia y que sucedía en nuestra querida Patria no hace tantos siglos.
¡Cómo han cambiado las cosas! ¿Qué figuramos los ciudadanos en el gobierno de nuestra ciudad? Solamente se cuenta con nosotros cada cuatro años para que elijamos, dentro de unas listas predeterminadas a aquellos que tendrán que resolver nuestros problemas.
Una vez votados, después de habernos pedido tozuda y machaconamente nuestro voto, da la impresión de que nos vuelven las espaldas y ya no nos consideran útiles hasta que no lleguen las próximas elecciones en las que nuevamente nos solicitarán que los escojamos.
Lejos de mí pedir que el gobierno municipal vuelva a los siglos pasados y los habitantes de la ciudad nos reunamos a campana tañida, a convocatoria radiofónica o por Internet, para participar en las decisiones importantes que nos afecten.
Lo que si considero que sería bueno para todos los ciudadanos es que, cuando se presente un problema de envergadura, la decisión de ejecutar una obra, llevar a cabo un proyecto significativo o cualquier otro asunto de importancia que afecte a los vecinos, se nos consultase para que opinásemos sobre ello y de esta forma nuestros munícipes tendrían el respaldo de sus gobernados y nosotros la satisfacción de haber sido útiles y de sentirnos responsables en tomar las decisiones que a todos nos conciernen.
Hoy día, con las nuevas técnicas de comunicación, entiendo que se puede llevar a cabo sin gran dispendio para las arcas municipales.

2/7/10

¿QUÉ PODEMOS HACER LOS ESPAÑOLES CON ZAPATERO?

No quiero entrar en la forma en la que llegó a ser Secretario General del PSOE, aunque hubiese otros correligionarios suyos más capacitados y con mayores conocimientos que él para ostentar dicho puesto.
Ni valorar su capacidad y experiencia como político. Mucho menos quiero juzgar su currículo y su vida profesional.
Tampoco en la manera en la que llegó a ser presiente de todos los españoles.
Sólo deseo hablar de lo que nos prometió y hasta ahora ha cumplido.
Aseguraba que era un hombre de talante, pero se guardaba en la manga el as de que el talante, como la voluntad, la fortuna y otras muchas cosas más, puede ser bueno o malo.
Se tiene buen genio o mal genio, buena fortuna o mala fortuna, buen corazón o mal corazón. Así que no proclame nadie que es una persona de talante, de corazón, o de fortuna, si a continuación no especifica si es bueno/a o malo/a.
Él embaucó a muchos españoles con el señuelo de que era un hombre de talante, pero ocultaba la malicia de qué clase. Hasta ahora, pienso que ha demostrado palmariamente que su talante no era bueno.
Ha procurado por todos los medios volver a dividir esta dolida España nuestra, con la proclamación de la MEMORIA HISTÓRICA. Histórica ¿para quién? Sólo ha perseguido la reivindicación, por no decir venganza de aquellos que no supieron, por su incapacidad, obtener la victoria en la Guerra civil.
Prometió pleno empleo y tenemos cinco millones de parados, porque a las cifras oficiales hay que añadir las de los autónomos que han tenido que cerrar sus negocios, en muchas ocasiones, porque los organismos oficiales no les abonado las facturas de los trabajos que les han efectuado. Lo sé por experiencia de un familiar.
Prometió que el estado de bienestar no se menoscabaría. ¿Acaso es estado de bienestar el que Cáritas, por ejemplo, haya visto triplicado el número de ciudadanos que le piden ayuda hasta para comer porque personas con buenos trabajos han sido despedidos y no tienen a dónde recurrir?
¿Es estado de bienestar el que nuestros jóvenes no tengan perspectivas de futuro? ¿Qué no se atrevan a fundar un hogar ni a tener hijos, con la falta que nos hacen nuevas generaciones, porque no tienen trabajo o lo tienen en precario con contratos basura?
¿Es estado de bienestar atacar a los más indefensos como son los no natos, los jubilados o las personas que no tienen a nadie que las defiendan, como las viudas o los parados?
Negó, hasta la saciedad, que nos hallásemos en una situación crítica y próxima a la ruina.
Proclamó a los cuatro vientos que España se encontraba en la Liga de Campeones. La tozuda realidad ha demostrado que estamos clasificados peor que un equipo de barrio.
Llamó malos patriotas, traidores y catastrofistas a los que le advertían de que España iba por una pendiente inclinada hacia la ruina.
No ha querido escuchar a sus asesores (dicen que tiene seiscientos), a sus compañeros de partido, a los gobernantes de otros países. En fin a nadie que no fuese un nefelibata como él.
Vio brotes verdes donde sólo había abrojos y aridez.
Continuamente ha estado echando en cara a la oposición su falta de colaboración. La oposición colabora si el que gobierna se lo pide, pero por el famoso pacto del Timel, se llegó al acuerdo de que “no se gobernaría ni pactaría nada con la derecha”. Hay quien dice que se pronunció la frase: A LA DERECHA NI AGUA.
¿Cómo tiene valor de decir que no colabora?
Lo único que podemos hacer con Zapatero es, como la manzana madura de Newton, dejarlo que se caiga por su propio peso o que se hunda cada vez más en sus pertinaces mentiras.

Manuel Villegas Ruiz

22/6/10

ESPAÑA ES DIFERENTE

Allá por el siglo V antes de Cristo, los griegos y sus colonias, se extendían desde el mar Egeo y se diseminaban a lo largo de la costa del Mediterráneo, desde España y Francia hasta Asia Menor. Muchas de las colonias griegas fueron más ricas que las ciudades “madres” del continente y además fueron cuna de muchos sabios y científicos.
Todos hablaban lo que hoy, con muchísimas modificaciones a lo largo de la Historia, conocemos como lengua griega, pero con una variedad de dialectos como el jónico-ático, hablado en Atenas y la Jonia del Asia Menor, el eolio, extendido por algunas regiones del Asia Menor, el arcadio chipriota usado en la isla de Chipre y la Arcadia en el Peloponeso y por último el dorio, el eleano y otros lenguajes del noroeste de Grecia que se extendía por Epiro, Etolia, y lugares restantes.
Cuando Filipo de Macedonia en el siglo IV a.C. consigue la unificación política de Grecia, se hace necesario agrupar todos estos dialectos para conseguir una mayor posibilidad de comunicación entre todos los griegos y sus colonias.
Se unen todos y se crea, una lengua igual o común para todos. Precisamente así se le denominó: común o coiné (en griego).
Era el elemento de comunicación necesario e imprescindible para que todos los griegos, se entendiesen desde Asia hasta España, y constituía el vínculo que unía a las colonias con las ciudades del continente.
La evolución de esta lengua a lo largo de la Historia ha originado el griego moderno.
España, aunque a muchos les pese, es diferente, tiene una lengua común: el español que no deja de ser un latín modificado o un dialecto del mismo como a mí me gusta llamarle.
También tiene otras lenguas que enriquecen su patrimonio cultural y lingüístico. Éstas deben de conservarse y aumentarse en la medida de lo posible. Pero no olvidemos que el español lo hablamos más de cuatrocientos millones de personas y, con toda justicia, lo podemos calificar como la coiné moderna, dado que es una lengua común.
¿Pero nos sirve como a los griegos para entendernos todos los que lo hablamos? ¡No, ni mucho menos! Por desgracia, dadas las posturas políticas y demagógicas de algunos dirigentes, sólo sirve para desunirnos y crear rencores entre unas regiones y otras.
Buen espectáculo han dado en el Congresos sus señorías utilizando traductores de lenguas hispánicas, pero no comunes. Ha resultado grotesco ver a un andaluz de un pueblo de Córdoba, hablando a otro andaluz que se vale de un traductor para entenderlo. ¿Qué habrán pensado de nosotros el resto de hispanohablantes?
No le encuentro otra expresión sino risible. Digno de risa, cuando no esperpéntico, sería si el trabajo innecesario del traductor no se costease con nuestros impuestos.
En eso gastan el tiempo y el dinero los políticos.
Pero, como hubo una ministra, también de un pueblo de Córdoba, que dijo que el dinero público no era de nadie, por eso podemos despilfarrarlo, aunque estemos en una situación tan precaria como la que nos agobia.
Fue un reclamo turístico de la época de Franco: España es diferente. Se identificó con la dictadura, pero los políticos demócratas que tenemos lo han remozado y puesto de moda.

Manuel Villegas Ruiz
Dr. en Filosofía y Letras (Gª e Hª)

DÓNDE FUERES HAZ LO QUE VIERES

Este dicho es una de las más sensatas frases de nuestro refranero español. Sin más explicaciones viene a decir que, si visitamos o nos instalamos en un lugar distinto a aquél en el que nos hemos criado, y que sus costumbres, lengua, cultura, religión y forma de vida es diferente a la que hemos adquirido como norma de comportamiento proporcionada por la educación recibida, deberemos adaptarnos al acervo cultural del nuevo lugar en el que nos hallamos.
Esto tiene una gran connotación positiva, dado que lo que en nuestro país posiblemente sea digno de encomio y alabanza, puede ser una acción reprobable, un insulto y hasta digno de castigo en otros lugares de distintas formaciones a la nuestra.
De ello se infiere y es recomendable que, antes de emprender un viaje, procuremos conocer y entender, aunque no los compartamos, los usos y costumbres del lugar que vamos a visitar o en el que habremos de residir, de forma que nuestra adaptación al nuevo entorno sea más fácil y menos traumática.
Hemos de procurar que nuestra vestimenta no hiera los sentimientos de los habitantes del país que nos acoge. Nuestra reina y políticas así lo han efectuado al visitar los países musulmanes y se han puesto el velo preceptivo para las mujeres en esta cultura.
A nadie, se le ocurriría entrar calzado en una mezquita. Sería expulsado inmediatamente de ella.
Si viajamos a Japón, nos encontraríamos que es una gran grosería vestir los pies con sandalias que dejen los dedos al descubierto, ya que éstos son unas zonas erógenas que deben de permanecer ocultos. Tampoco deberemos abusar del perfume, puesto que desprender un fuerte olor, aunque para nosotros sea agradable, a los japoneses no les complace y podrían llamarnos la atención.
Si se nos ocurre ir a la India, no caigamos en la tentación de exhibir nuestras axilas, dado que son, para ellos son una parte muy íntima de una mujer que no debe ser visible. Así que nada de ponerse vestidos con tirantes o “palabra de honor”.
Podríamos seguir enumerando, casi hasta la saciedad costumbres diferentes a las nuestras y que, en ocasiones, pueden ser causa de enojo y hasta de agresión física en países que difieren de nuestra cultura.
Acepto sin restricciones la sabiduría de este nuestro refrán, ya que si lo ponemos en práctica nos veremos libres de situaciones comprometidas y quizá de agresiones físicas.
Pero España es diferente. Los que vienen aquí no deben adaptarse a nuestras ascentrales costumbre, a nuestra lengua o religión, a nuestra cultura, en fin.
Somos nosotros, los viejos ibéricos, descendientes de los tartesios los que tenemos que acomodarnos a las lenguas, culturas, religiones y modos de vida de los que llegan a instalarse en esta piel de toro.
Se regalan terrenos para edificar mezquitas. ¿Ocurre eso en los países musulmanes para las iglesias católicas?
Se otorgan toda clase de facilidades para las culturas extranjeras.
Nuestra Junta de Andalucía, en el colmo del desatino impulsará la lengua árabe como segunda lengua extranjera en la ESO.
El presupuesto cuenta con 2.500 € hasta el año 2013. Se firmarán proyectos con los ayuntamientos para intentos de intervención socio educativa que se impulsará para facilitar la integración del estudiante musulmán.
¿Estamos en condiciones de despilfarrar de esta manera el dinero de todos, dada la pésima situación en la que nos encontramos?
En una palabra, los que llegan no tienen que adaptarse a nuestras formas de vida, somos nosotros los que hemos de transformar las nuestras y aceptar las suyas.
Así nos va. Estos políticos, prefiero callar el calificativo, procuran de todas las maneras posibles hacernos perder nuestra idiosincrasia, cultura, religión y todo aquello que ha conformado a nuestra España desde la época de los tartesios, y del crisol de tantas culturas como ha sido nuestra patria.
¡Bien! por estos políticos. Pero que no cuenten con la mayoría de los andaluces,

Manuel Villegas Ruiz
Dr. En Filosofía y Letras (Gª e Hª)

DESNORTADO

Cuando una persona anda sin rumbo fijo, errática, caminando en círculo, no tiene sentido de la orientación, desconoce hacia dónde se dirige, ha perdido el norte y no sabe el final de su camino decimos de ella que anda desnortada, extraviada o que no sabe en qué lugar se encuentra.
Por desgracia para todos los españoles eso le ocurre a Zapatero, casi desde que es presidente del Gobierno de España. Para nuestro infortunio tenemos un timonel que ha perdido la brújula y no sabe en qué lugar se encuentra la Estrella Polar.
Dudo de que cualquier país democrático haya tenido alguna vez en su historia un presidente tan inestable como el que sufrimos.
Estamos saciados de sus contradicciones de sus “sí pero no”, “jamás sufrirán menoscabo los más débiles”, “no daré un paso atrás”, “este Gobierno no da bandazos”.
De todo eso se está desdiciendo ahora. Manifiesta claramente que no sabe qué camino seguir. Se lo han de marcar los nacionalistas, los sindicatos, los organismos internacionales, Obama y, según cuentan, hasta el presidente de China le ha llamado la atención.
Ha quebrado la palabra dada una y mil veces. Se ha ciscado en lo dicho en incontables ocasiones.
Sería un ejercicio de investigación periodística bucear en las hemerotecas y en los diarios de sesiones del Parlamento y anotar las múltiples veces que ha incumplido su palabra. Su credibilidad quedaría totalmente anulada.
Pero los que nos causa mayor preocupación a los que estamos bajo su férula es que parece que no es consciente de las cosas que dice y por eso, él mismo se desautoriza, al minuto siguiente expresando lo contrario de todo lo que ha pronunciado antes.
Da la impresión de que ha perdido el sentido de la realidad. Parece que vive en un mundo ilusorio en el que no hay más que rosas con perfumes agradables pero sin el dolor de las espinas.
Siempre hemos dicho que rectificar es de sabios, pero claro rectificar innumerables veces hace sospechar que quien se equivoca tanto y se enmienda a sí mismo constantemente posiblemente no sea un sabio.
Lo han obligado a tomar con firmeza el timón de la nave española. Ha decretado medidas contra los más débiles, pero aun sigue con su “sí pero no”.
Se podría hacer la cuenta de cuantas veces ha rectificado desde que Obama lo llamó. La antepenúltima ha sido la del ajuste presupuestario de los Ayuntamientos y, cuando la ministra Salgado rectifica le echa la culpa a los del B.O.E. La penúltima Zapatero y Cháves corrigen a Salgado y el remiendo ha sido correcto ¿Cuándo será la última?
Cuando de pequeño estaba en el colegio, si había un niño que se equivocaba constantemente y rectificaba sin parar las respuestas que le daba a las preguntas del profesor, inmediatamente el resto de la clase lo tildábamos de torpe y con ese apodo se quedaba mientras permanecía en la escuela.
¿Estaremos ante uno de estos casos?

Manuel Villegas Ruiz
Dr. En Filosofía y Letras (Gª e Hª)

DEMOCRACIA Y OCLOCRACIA

Sin profundizar mucho en cómo era la democracia ateniense, fue Clístenes quien allá por el 506 ó 507 a.C. y, tras la desaparición de los tiranos instituyó esta forma de gobierno en el Ática.
Este sistema de administración política no era perfecto, ya que excluía de él a las mujeres, los esclavos y los extranjeros, pero sí podemos afirmar que fue el germen de la democracia actual en la que se ha conseguido que tengan voto las mujeres, no existen oficialmente esclavos y los extranjeros, en determinados supuestos, también tienen derecho a la elección de gobernantes.
La democracia romana era similar a la ateniense, aunque concediese a veces la ciudadanía a quienes no eran de origen romano. (Hay un caso paradigmático de ello y es la defensa ante los tribunales que hace Cicerón para que se otorgue la ciudadanía romana al poeta Arquias que fue uno de sus maestros).
El estoicismo romano, que definía a la especie humana como parte de un principio divino, y las religiones judía y cristiana, que defendían los derechos de los menos privilegiados y la igualdad de todos ante Dios, contribuyeron a desarrollar la teoría democrática moderna.
A mediados del siglo XVIII, cuatro naciones iroquesas norteamericanas, Séneca, Cayuga, Oneida y Mohicanos, a las que se sumó Turascona en 1720, formaron una gran liga democrática con características tanto participativas cuanto representativas, denominada Haudenosaunee. Su capital estaba ubicada donde hoy se encuentra la ciudad de Siracusa, en el estado de Nueva York.
En el curso del siglo XX se produjeron hechos históricos de gran importancia que impusieron la democracia como forma de gobierno dominante en el mundo.
Aristóteles distinguió hace ya muchos siglos entre la democracia, que es el gobierno del pueblo, y la oclocracia, que es el gobierno de la plebe o, si se prefiere, de la muchedumbre.
Polibio, historiador griego, en su obra Historiæ, VI, 3, 5-12; 4, 1-11, sobre el 200 a. C. llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y el uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas". "Cuando esta (la democracia), a su vez, se mancha de ilegalidad y violencias, con el pasar del tiempo, se constituye la oclocracia".
Hay la idea de que dicha situación pueda estar promovida por la influencia de intereses políticos, económicos u otros más ocultos e inconfesables.

Ilustres pensadores como Aristóteles, Pricles, Giovanni Sartori , Juvenal, Shakespeare, Lope de Vega, Ortega y Gasset o Tocqueville han advertido de un permanente peligro para la democracia popular: el interés de los oclócratas que ejercen el poder para hacerla degenerar en oclocracia con el objetivo de mantener dicho poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores.

Edward Gibbson escribió en el siglo XVIII: Bajo un gobierno democrático los ciudadanos ejercen los poderes de la soberanía, y, si estos poderes se entregan a una multitud inmanejable, primero se abusará de ellos y luego se perderán.


¿No hay una correspondencia muy real con lo que verdaderamente estamos viviendo, aunque poderes interesados sigan llamándole democracia cuando es oclocracia?
Manuel Villegas Ruiz
Dr. en Filosofía y Letras (Gª e Hª)

18/5/10

UN CUENTO TRISTE

Érase una vez un bello reino en que casi todos sus ciudadanos vivían felices y contentos. Muy pocos estaban sin trabajo. La mayoría tenía lo suficiente para alimentarse y sus gobernantes, a pesar de sus fallos, intentaban hacerlo progresar y que sus habitantes fuesen más felices.
Las arcas del tesoro real tenían oro suficiente para hacer frente a los gastos inesperados que pudiesen sobrevenir.
Era considerado como uno de los mejores entre todos los que poblaban su contorno.
Éstos lo respetaban y lo tenían en consideración.
Su forma de gobierno era conocida como democracia. Era la menos mala de todas porque permitía a los ciudadanos cambiar de regidores cada cuatro años si los que gobernaban no lo hacían bien.
Hete aquí que se cumplió un periodo de gobierno y hubo que elegir a otros que dirigieran aquellas tierras.
Un suceso luctuoso y nefasto turbo la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
Además ocurrió que apareció un mago con mucha habilidad para embaucar. Tenía una chistera y una varita mágica y con ella sacaba toda clase de promesas que el pueblo se creía.
Sus cejas eran como las de Mefistófeles y si te miraba fijamente una inquietud embargaba tu ánimo, pues no podías saber si te amenazaba o te advertía.
La pertinacia de sus ofertas caló tanto en el ánimo de los pobladores que éstos lo eligieron como su próximo dirigente.
La mayoría de sus promesas no las cumplió, pero seguía con su chistera y su varita mostrando al público cosas nuevas para seducirlo.
Quería complacer a todos, pero no contentaba a ninguno, salvo a sus acompañantes.
El pueblo comenzó a sentir malestar. Las cosas empezaron a ir mal. Los trabajadores quedaban en paro, los tenderos tenían que cerrar sus tiendas porque no había quien comprase. Pero este gobernante, optimista sin razón, se negaba a admitir lo que sucedía. Él continuaba con su magia confundiendo y enredando a la gente.
Él se negaba a aceptar la realidad, aunque muchos, aún alguno de sus colaboradores le advirtieran que ese no era el buen camino, que el reino podría despeñarse.
El se mantenía en su torre de marfil en la que sólo respiraba ideas ilusorias, y llamaba traidores y malos ciudadanos a los que le decían que tenía que cambiar.
La situación del reino empeoraba a pasos agigantados, pero este hombre, optimista, sin motivo, no quería ver la realidad. Su tozudo empecinamiento le hacía creer que los equivocados eran los demás.
Los reyes de los reinos vecinos con los que tenía un pacto de hermandad y colaboración le advertían que ese no era buen camino que por él llevaría a su reino al precipicio. No les prestaba atención. Lo que él hacía estaba bien.
Pero un día el emperador, que tenía poder sobre todos los reyes de la tierra, lo convocó y cuentan que le dijo que tenía que rectificar su forma de gobernar.
Refieren que se desdijo de todo lo que había manifestado anteriormente, pero la carga más pesada de su nueva forma de actuar la hizo recaer, como siempre sucede, sobre los hombros de los más débiles a los que había prometido miles de veces que no los despojaría de sus privilegios.
Es una lástima que este cuento estuviese inacabado en las cuartillas que encontré, así que nos quedamos sin saber cómo terminó ese reino, si se recuperó o la miseria se apoderó de él.

Dr. Manuel Villegas Ruiz

11/5/10

DE CIVITATE ROMANA

Cives qui Romae vivebant in duas partes dividebantur: cives romani proprie et peregrini. Cives romani iure commercii, testamenti, connubii et suffragii fruebantur, interea peregrini nullo iure fruebantur.
Quaere acceperunt arma et pugnarunt ut ius civitatis consequueretur.
Anno nonagessimo ante Christum, L. Iulius Caesare et P. Rutilio consulibus data est Lex Iulia quae civitatem iis civitatibus quae arma non acceperunt dabat.
Sed ista lex non saciavit animos rebelium et anno undenonagessimo ante Christum lex Plautia Papiria prolata est. Que ius civitatis sub istis conditionibus tribuebat: si qui foederatis civitatibus adscripti fuissent, si tum cum lex ferebatur in Italiam domicilium habuissent et si sexaginta diebus apud praetorem esse professi.
Archias conditionibus quas lex petebat implevit et tutus sub patrocinio Lucullorum vivevat.
Sed multi advenae civitatem cum fraude acceperunt et anno sexagesimo quinto ante Christum data est Lex Papia de Civitate ad eos coercendos qui temere et illicite civitetem romanam usurpassent.
Tunc apparuit quidan Gratus qui Archiam accusavit dicens: Archias non est civis romanus quia non est in censibus. Cicero deffendit Archiam et causam obtyinuit.

DE VITA ARCHIAE

Aulus Licinius Archias anno centessimo vicessimo ante Christum Antiochiae ex Siria natus est.A teneris unguiculis ad studium artium quae pertinent ad pueritiam dedit se postea cum ex pueris concessit ad studium oraroriae se contulit. Coepit prestare omnium in sapentia. Percurrit Asiam et totam Graeciam avidus laudi et venit ad Italiam ubi Tarentini, Locrenses, Regini et Neapolitani hunc civitaten donarunt-
Sed illi magnopere adventare Romam cupiebat et cum erat praetextatus venit Mario et Catulo consulibus. Adeptus est consules eos quorum alter multa ad scribendum habebat alter non solum gestas sed etiam elegantiam et amorem pöesi.
Multae familie nobilisimae eum acceperunt praesertim familia Lucullorum et ista domo non solum in adolescentia sed etiam in senectute favit natura et virtute eius.
Archis coepit docere et docuit Ciceroni primas litteras.
In Siciliam cum M. Lucullo perrexit et cun eodem Heracleam civitatem confoederatam venit et civitatem meritis suis et gratia M. Luculli consequutus est.
Civitas romana concesa est lege Plautia Papiria anno nonagesimo ante Christum sub istis conditionibus: si qui foederatis civitatibus adscripti fuissent si tum cun lex ferebatur in Italiam domicilium habuissent et si sexaginta diebus apud praetorem esse professi.
Archias Heracleae inscriptus erat Romae abhinc multos annos vivebat et apud praetorem Q. Metelum professus est ut civitetem donaret sibi.
Sed abutatur multum amplitudine civitate et anno sexagessimo quinto ante Christum data est Lex Papia ut Romam ex omnibus qui civitatem consequuti errant fraude purgaret-
Et tum quidam homo nominatus Gratus Archiam accusavil decens: Archias non est civis romanus quia in censibus non est.
Archias memini Ciceronem qui attingerat verticem honorum politicorum. Cicero Archiam optime deffendi dicens: Archiam civem romanum esse quia tres conditiones quas petet lex implet et asciscendum nobis meritis suis a numero civium si non fuisset.

ALIANZA DE CIVILIZACIONES

En nuestros días hay una corriente, extendida por casi todo el mundo que, cual ondas originadas en un estanque, se propaga proponiendo la necesidad de una “Alianza de Civilizaciones”.
Busquemos primero el significado de ambas palabras:
Alianza significa, pacto, unión, compromiso, coalición, confederación, asociación.
Toda alianza o pacto se basa en el principio latino justinianeo “do ut des” (doy para que me des), o lo que es igual, yo cedo en algo para que te beneficies, con la condición de que tú también has de concederme algo para que yo saque provecho.
Civilización es el conjunto de costumbres, ideas, cultura o arte de un pueblo o comunidad.
¿Cómo se llevará a cabo esta alianza?:
a) ¿Por aculturación? Según ésta, una persona o un grupo de ellas adquieren una nueva cultura o aspectos de la misma, generalmente a expensas de la propia y de forma involuntaria. De entrada pienso que esto es no es aplicable, dado que ningún pueblo quiere perder las señas propias de identidad que constituyen su razón de ser y su sabiduría.
b) ¿Acaso por enculturación? Procedimiento por el que una cultura establecida enseña a un individuo, de forma repetitiva, sus normas y valores, de manera que éste llega a convertirse en un miembro más de su sociedad en la que encuentra su papel apropiado.
Como ocurre con la aculturación entiendo que, hoy día, ninguna cultura se deja subyugar y someter por otra.
Este progresivo movimiento intenta unir, amalgamar, mezclar, ensamblar dos conceptos de vida que, por su propia naturaleza, no pueden armonizarse.
¿A qué me refiero?: A la unión, o mezcla de las civilizaciones islámica y cristiana (ésta dentro de todas sus variantes protestantes y católica). Ambas culturas tienen sus propios cimientos, fundamentos y costumbres que, si no son diametralmente opuestos en todos sus conceptos sobre la vida, no admiten intercambio en muchos. Las dos son como el aceite y el agua: no pueden entremezclarse.
¿Ha comprobado alguien qué ocurre cuando queremos unir ambas materias?
Es imposible. El resultado es que una sobrenada a la otra, pero jamás llegan a fusionarse.
Lejos de mí pronunciarme sobre quien es el aceite y quien es el agua. Lo que asevero, es que su ensamblaje es imposible. Por su propia naturaleza no se pueden aglutinar.
Analicemos la formación de ambas civilizaciones.
La cristiana hunde sus raíces y forja sus orígenes en aquel inicial colegio apostólico que, tras la resurrección de Cristo, formaron sus primeros discípulos, y tiene sus antecedentes en el judaísmo que cuenta con, aproximadamente, diecisiete siglos de existencia, ya que los judíos se consideran los descendientes de Abraham, que se consagró al servicio del Dios único.
Tomó además de la civilización grecolatina mucho de su filosofía, sus leyes y liturgia. Se ha extendido por todo el antiguo mundo conocido y por el nuevo, tras la gesta del Descubrimiento, y en él tiene una vigencia y preponderancia nada despreciables. A su cobijo, por ella y para ella, han florecido las mejores páginas del arte: la música, escultura, pintura y un largo etc. Gracias a ella se han producido grandes movimientos, como las peregrinaciones, que han intercambiado las ideas y conocimientos de los pueblos.
El cristianismo, de forma generalizada, posiblemente hallando basamento en uno de sus pilares de configuración, pues Cristo dijo que todos los seres humanos somos iguales, ha aceptado, como el modo menos pernicioso para gobernar un país, la democracia que, a pesar de los muchos defectos que tiene, hace iguales a todas las personas.
La teocracia que, en ciertos momentos de la historia practicó, ya ha mucho tiempo que desapareció y dudamos mucho que en ningún estado moderno se vuelva a repetir. Ha sabido, con mucho esfuerzo, impedimentos y resistencias, aunque aún le quede mucho por andar en este camino, adaptarse al sobrevenir de la Historia y acoplarse a todo lo que la Humanidad, en su continuo llegar a ser, conquistaba.
Es cierto que quedan algunas zonas oscuras, sucesos puntuales de los que nos avergonzamos los cristianos, pero, se puede afirmar que el saldo final de su estado de cuentas es favorable al ser humano y que, gracias a él, vivimos en un mundo de tolerancia, de deferencia y de consideración a las opiniones ajenas y, de forma general, de respeto y aceptación de las opiniones opuestas a las nuestras.
En la civilización occidental la igualdad entre el hombre y la mujer está a punto de conseguirse totalmente en la práctica. Nuestras leyes ha tiempo que lo han hecho.
Enumerar detenidamente los logros que, en todos los aspectos, ha alcanzado nuestra cultura sería oneroso y tedioso. Es cierto que tiene deficiencias, quizá demasiadas, pero se ha conseguido un progreso que ha permitido que los ciudadanos, hombres y mujeres, tengamos las mismas oportunidades.
¿Acaso ha ocurrido esto con la cultura islámica?
Opinamos que no. Para ello será suficiente espigar algunas aleyas, por ejemplo de la Azora IV, y ver cómo en la mencionada civilización se considera a la mujer:

Azora IV Las mujeres
Aleya 12
Os encomienda Alá a vuestros hijos, para el varón como la parte de dos hembras.
(Un hombre vale como dos mujeres)
Aleya 19
Y las que cometieron torpeza de vuestras mujeres, tomad como testigos contra ellas a cuatro de vosotros, y si atestiguan, encerradlas en los aposentos, hasta que las haga morir la muerte, o ponga Alá para ellas camino. (Se trata del castigo del emparedamiento, que se imponía a las adúlteras en lo primeros tiempos del Islán, Posteriormente la Sunna conmutó esta pena por la de cien azotes, más destierro para las solteras y la lapidación para las casadas).
(En la civilización occidental no hay ninguna ley que castigue a las esposas infieles).
Aleya 38
Los hombres son preeminentes sobre las mujeres por lo que aventajó Alá a los unos sobre los otros.
(¿Acaso no está reconocida, por lo menos de derecho, la igualdad entre el hombre y la mujer, dentro del mundo occidental?)
No queremos ser prolijos, pero, a continuación, seleccionaremos algún hadiz que podrá clarificar aún más la diferencia entre ambas culturas:
No pocas de las normas emanadas del propio Mahoma están destinadas a sancionar comportamientos sexuales considerados ilícitos, como pueden ser el adulterio, la fornicación y la homosexualidad.
(¿Qué podrían decir los homosexuales y lesbianas al respecto, cuando tienen su total reconocimiento en Occidente?)
Según los hadices, las diferencias entre hombre y mujer proceden de motivaciones físicas y se traducen no sólo en que las mujeres sean más deficientes en religión, sino también en inteligencia. Precisamente por ello Mahoma llegó a afirmar que la mayor parte de los habitantes del infierno son mujeres.
La mujer puede verse reducida al papel de un cónyuge más, ya que el Corán autoriza al varón a tener hasta cuatro esposas a la vez, sin que tal conducta cuente con paralelos en la mujer.
(En nuestra civilización la poligamia está penada por ley. Los últimos que la practicaron fueron los mormones y, al parecer, ya la han abolido).
Continuar con las diferencias entre una y otra sería casi inagotable, por eso es necesario que nos preguntemos:
¿Cómo se pueden fusionar dos conceptos de la vida y convivencia que, en algunas concepciones de ésta, son diametralmente opuestos?
¿Cuál de ellos prevalecería sobre el otro? ¿Qué estaría dispuesto a ceder cada uno?
¿Permitirían los musulmanes entrar en sus mezquitas con calzado o a las mujeres sin velo?
¿Renunciarían a que sus mujeres llevaran éste?
¿Permitirían que sus damas fuesen reconocidas, en caso de enfermedad, por médicos y no médicas?
¿Consentirían que en sus países se construyesen iglesias cristianas con la misma profusión con la que ellos están edificando mezquitas en los nuestros?
¿Permitirían en público una efusión de amor tan simple como un beso? (En algún país musulmán han sido encarcelados turistas por esto).
Seguimos sin comprender cómo se pueden aliar dos civilizaciones casi antagónicas.
Continuamos pensando que esa alianza es una entelequia muy difícil de llevar a la práctica, cuando no imposible, o una ocurrencia, sin duda concebida por un exceso de bondad o buenismo (permítasenos la palabra), pero muy difícil, cuando no imposible de poner en práctica.
Reconocemos que hay muchas y muy importantes personas y autoridades comprometidas y empeñadas en esta alianza, pero también entendemos que, por muy plausible que sea el fin, ella es casi inalcanzable, dadas las profundas divergencias entre ambos conceptos de vida.
Consideramos que la realidad debe imponerse a la utopía y que cada civilización continúe su andadura, sin quiméricos intentos de alianza entre ambas.
Quizá sea este desconocimiento de las divergencias de cada una el que ha llevado a algunos a pretender conseguir lo ilusorio: que el agua y el aceite se mezclen.
Creemos que por lo que se ha de luchar, con todas las fuerzas posibles, es por el respeto y la tolerancia mutua entre ambas, lejos de todo fanatismo, como en algunos lugares se da, para que sea posible una convivencia pacífica, ajena a todo acto de provocación o de imposición.
La alianza entre ambas, es muy difícil de conseguir.

6/5/10

BREVE COMPENDIO SOBRE EL LIBRO “EL GOBIERNO MUNICIPAL DE CÓRDOBA EN LA ÉPOCA DE CARLOS I”

¿Qué encontraremos en “EL GOBIERNO MUNICIPAL DE CÓRDOBA EN LA ÉPOCA DE CARLOS I”?: Un viaje al pasado.
El tiempo en el que vivimos nos habla de la posibilidad de viajes al pasado y al futuro utilizando las nuevas tecnologías que están en vía de conseguirse. Este libro no necesita ninguna de ellas para llevarlos a cabo.
La nave que utilizaremos para retroceder quinientos años será la completísima fuente de datos que nos brindan las Actas del Cabildo municipal de la época y los documentos emanados de la Corona dirigidos a Córdoba.
A través de ellos podremos conocer la historia de Córdoba de forma palpitante y vívida, las preocupaciones, anhelos e inquietudes de lo cordobeses de hace 500 años.
El libro está estructurado de la siguiente manera.
Primero un estudio sobre la intervención del Poder real en el gobierno de las ciudades, las funciones del Regimiento municipal (hoy Ayuntamiento), sus componentes: el Corregidor, extensión del poder del Rey en las ciudades que vela para que la autoridad de éste no sea menoscabada. Los Caballeros Veinticuatro, verdaderos responsables de la gestión de gobierno local y los Jurados, en sus inicios auténticos representantes del pueblo y ya en el siglo XVI simplemente transmisores del éste pero sin voz ni voto.
Desglosa la forma en que cada uno es designado para el cargo, la toma de posesión del mismo, sus funciones, sus salarios y sus asistencias a las reuniones del Cabildo municipal. Ya se daba el absentismo de los hoy llamados político a las reuniones de gobierno municipal.
También analiza los oficios municipales no de gobierno y la manera en que deben de desempeñarlo quienes los ostentan.
A través del mismo podremos conocer de primera mano, pues las fuentes son documentos originales inéditos, cómo se gobernaba una ciudad del Reino en aquella época, ya que, aunque el trabajo sea un estudio sobre a Córdoba, se puede extrapolar a cualquier ciudad castellana.
Las actas de las sesiones capitulares son la expresión más genuina y pormenorizada de la vida de la ciudad.
Ellas recogen y nos informan de todas las inquietudes de los cordobeses de entonces que no difieren mucho de las de hoy día.
Nos hablan de los salarios de los trabajadores de los distintos oficios, de las paga extraordinaria de Navidad, de las multas que han de abonar quienes no los desempeñen bien. De lo que se les abona a los correos por traer o llevar cartas a la Corte o a otros lugares.
Nos ponen en contacto con el arreglo de las calles, puertas, puentes, adarves, desecaciones de arroyos, murallas, paredes y un largo etc. y conoceremos al maestro Siloé.
También nos dan a conocer los precios de los artículos de consumo regulados, fijados y controlados por el Regimiento. Sabremos el costo del pescado, la carne, las aves el tocino, el trigo las velas, el jabón, los ladrillos, la cal, la paja y de todo de lo que se abastece la ciudad.
Conoceremos cuánto paga el Cabildo municipal por la matanza de un lobo o de un lobezno y el total de estos animales muertos en el periodo estudiado. Entonces eran perseguidos.
Nos hablan del cobro de los tributos, tanto reales, cuanto municipales. Sobre qué productos alimenticios recae la sisa (especie de impuesto) que servirá para las obras municipales o para pagar al Rey.
Veremos las levas de soldados que se hacen en el reino de Córdoba para las guerras de Carlos I o para la conquista de América y nos enteraremos de quienes los mandaban y de sus armas.
Sabremos cuánto valía una ballesta, una saeta, un arcabuz o una pica.
Nos enterarán del salario (nunca se dice limosna) que se le paga a los pobres y que tendrá que ser aprobado por el Monarca, así como de dádivas a particulares o conventos.
Conoceremos a las mujeres que ganan dineros (prostitutas) cuya actividad es vigilada y regulada por el Ayuntamiento.
Sabremos quien es Maese Luís (sí el de la calle).
Resumiendo: entraremos en contacto y nos empaparemos de la vida de nuestros antepasados y parecerá que vivimos entre ellos, ya que este libro no es solamente para estudiosos de la materia, sino para todo el público en general que quiera saber la vida de los cordobeses en el siglo XVI.
Manuel Villegas Ruiz
Dr. en Filosofía y Letras (Gª e Hª)

30/4/10

VELO, SÍ; VELO, NO

Quiero dejar bien sentado que no deseo entablar ninguna polémica con D. Gaspar Rul-lán Buades, profesor por el que siento respeto, dados sus vastos y profundos conocimientos y su pedagógica forma de exponerlos.
Pero sí deseo hacer algunas puntualizaciones sobre su escrito publicado en EL CÓRDOBA del 29 de abril del presente.
Primera: Aunque los adjetivos laico y aconfesional puedan ser intercambiables. España, desde la aprobación de la Constitución Española de 1978 es un estado aconfesional. Nuestra Carta Magna así lo define y opino que ésta debe ser la forma de llamarlo.
Segunda: El profesos Rul-lán, creo que inadvertidamente, ha orillado la mayor de esta discusión sobre el velo.
La cuestión no es “Velo, sí, Velo, no”. Eso es lo que los medios de comunicación y posiblemente también los políticos han querido extender por todo el país, lo mismo que, cuando lanzamos una piedra a un estanque produce unas ondas que se expanden a todo lo largo y ancho del mismo hasta llegar a sus confines, produciendo presión y cuya influencia hace que se produzcan discusiones, sin entrar en el fondo de la cuestión y que, al mismo tiempo distraen al pueblo de asuntos más importantes y perentorios
La mayor, o razón profunda del problema es que una adolescente, española y musulmana ha querido imponer su criterio a un Instituto que, con la concurrencia de la comunidad educativa, padres y personal docente, han aprobado unas reglas internas para mejor funcionamiento del centro.
Entre otras, la no asistencia a clase tocados con pañuelo, gorra o cualquier otro elemento.
Ningún muchacho o muchacha, que sepamos han intentado transgredirlas, salvo ella.
Si se hubiese tratado sólo de llevar velo, a 500 mts. tenía otro Instituto en el que estaba permitido dicho atuendo.
No, ciertamente, no. Se empecinaba tozudamente en imponer su voluntad, creando un estado de opinión que ha dividido otra vez, por un asunto nimio a los españoles.
Los estados democráticos se rigen por las leyes que aprueban los delegados del poder del pueblo y, que todos, tenemos que cumplir.
Las asociaciones deportivas, recreativas, colegiales o de cualquier clase aprueban unos estatutos que todos sus miembros han de acatar y cumplir. El que no lo desee que deje de pertenecer a dicha asociación y basta.
Voy a poner un ejemplo muy simple pero creo que ilustrativo.
La comunidad de propietarios de un determinado edificio aprueba por mayoría absoluta que en él no debe haber perros.
Todos cumplen y acatan lo estatuido.
Un día un propietario compra otro piso y alquila el que poseía.
El inquilino tiene un perro. El presidente de la comunidad le comunica que, según los reglamentos de la misma, estos animales están prohibidos.
¿Acata lo ordenado? ¡No, ni mucho menos!, coacciona, lo pone en conocimiento de los medios de comunicación y presiona todo lo que puede para que la comunidad sea conocida como enemiga de los animales y su osadía llega al extremo de querer que cambien las normas comunitarias.
En nueva junta de propietarios ser ratifica la determinación primitiva, por lo que no le queda más remedio que acatarla.
Opino que algo semejante ha ocurrido con el asunto del velo. Había una voluntad manifiesta tozuda y carente de razón para que la chica triunfase sobre la comunidad educativa del Instituto, imponiendo su criterio.
Eso es lo que está ocurriendo en España, los árboles no nos dejan ver el bosque, la hojarasca hace que no pisemos tierra firme y nos perdamos en baladíes discusiones sin sentido haciendo que el alboroto y la algarabía se impongan, sin entrar nunca en la médula de los asuntos. La eterna discusión sobre si son galgos o podencos.

24/4/10

PERVERSIÓN

Vivimos inmersos en una Sociedad perversa.
¿Qué exagero? ¿Que no me creen?, ¿Qué no tengo razón? ¿O acaso es que miento?
Demostraré que no exagero, que posiblemente estén de acuerdo conmigo, que la razón me asiste y, finalmente, que no miento
Quien se digne leer lo que a continuación expondré, posiblemente llegue, tras leerlo, a coincidir con la premisa enunciada al principio.
Vayamos al origen latino de la palabra. En esa lengua perversio significa dar la vuelta, estado de error o corrupción de costumbres.
Veamos qué nos dice el Diccionario de la Real Academia. Éste señala, principalmente tres acepciones que expongo a continuación:
1.- Sumamente malo, que causa daño intencionadamente.
2.- Que contiene maldad o perversión.
3.- Que corrompe las costumbres o el estado habitual de las cosas.
Doy de lado a las dos primeras, de las cuales también habría mucho que hablar y me centraré en la tercera que es la que más coincidencia presenta con el significado prístino de la palabra latina.
Admitamos pues, más altas autoridades coinciden en ello, que la perversión consiste en un estado de error o perversión de costumbres.
¿A qué se debe, por tanto, que yo mantenga que vivimos en una Sociedad perversa?
Una explicación muy simple lo sustenta. La comunidad de la que formamos parte ha perdido y llegado a despreciar la piedad. ¿Acaso se ríen? Ya se que a algunas personas mencionar algo que tenga cierto tufo de religiosidad les produce hilaridad.
No me refiero a la piedad como un acto de religiosidad, aunque también podría hablar de ello.
La evoco y me sirve de sustento para lo que deseo decir porque el significado primigenio en lengua latina de la palabra pietas (piedad) es: Un sentimiento que impulsa al reconocimiento y cumplimiento de todos los deberes para con la divinidad (en sentido general), los padres, la patria, lo amigos, en una palabra de todos aquellos con los que convivimos, sean éstos grandes o pequeños.
Veamos, ahora, si existe piedad hacia los antes mencionados:
Los padres (no todos)
¿Tratan los padres a los hijos como éstos se merecen y necesitan? Es decir, con cariño, comprensión, interés por sus problemas, por su formación, por sus amistades, por los lugares que frecuentan, en qué emplean su tiempo, vigilan sus estudios, asisten a las reuniones de padres en los colegios, y un largísimo etc.
¿Examinan las situaciones conflictivas en las que sus hijos se hayan podido inmiscuir? ¿Acaso les hacen que respeten a los superiores, docentes, autoridades, personas mayores en general por encima de ellos en saber y gobierno?
Me da la impresión que no, que por falta de formación, dejadez, comodidad o desinterés, se han despreocupado de la educación y de la formación integral de sus hijos, pero a los que dan siempre la razón, cuando se trata de que un superior los haya reprendido por alguna falta en la que hayan incurrido y se ponen de su parte aunque el hijo haya cometido un acto reprobable. Sin embargo han delegado en los docentes el aspecto más importante para un ser humano que es la educación, tarea principalmente de responsabilidad paterna.
Cuantos casos hemos conocido en los que un padre o una madre airados se han enfrentado y hasta han llegado a atacar físicamente a un profesor porque ha reprendido a su hijo, o porque ha intentado enseñarle buenos modales.
Sin ir más lejos, hace poco leí en la prensa que unos padres a cuyo hijo de cuatro años, el monitor del centro escolar le había aconsejado que pidiese las cosas por favor, presentaron una queja bastante violenta contra él ante el director del mismo, aduciendo que quién se creía ese individuo que era y qué prepotencia tenía para indicarle a su hijo que las cosas se deberían pedir por favor.
Poco dice esto en defensa de la educación que los padres están dando a sus hijos de los que han pretendido ser colegas porque esto es más cómodo y exige menos esfuerzo que ser padres y con ello han abandonado su obligación educadora, dejándola, como he dicho, en manos de sus docentes, a los que se enfrentan y atacan para dar, siempre, la razón a su hijo.
Esto es perversión, o sea, permutación o alteración de costumbres.
Los hijos
¿Realmente podemos decir que los hijos, no todos, pero si bastantes de ellos sienten respeto hacia sus padres? ¿Cómo lo tratan? ¿Con sumisión, acatamiento? ¿En la mayoría de los casos, muchos no se ríen de ellos y se sienten superiores a los mismos? ¿Les hacen caso y cumplen cuando sus progenitores, si es que lo hacen, les intentan inculcar valores de civismo, respeto a los demás, urbanidad y buen comportamiento?
Realmente creo que no, que la “panda”, el grupo, la “charpa” y todo lo que en ella se diga, les es más importante que aquello que les puedan indicar sus padres (los que lo hagan) para inculcarle obediencia, respeto, espíritu de sacrificio, en fin, valores humanos que los configuren como personas.
También es perversión cambiar los criterios educativos que puedan recibir de sus padres y superiores por el compadreo y las costumbres de la charpa.
El sistema educativo
¿Realmente está concebido para proporcionar una educación integral al discente?
¿Está pensado para inculcar a nuestros, niños y jóvenes valores de esfuerzo, trabajo, sacrificio, superación, voluntad de entrega y renuncia a sus apetencias de comodidad?
¿En verdad nuestros legisladores han pretendido que, a través de la enseñanza, nuestros hijos se conviertan en adultos responsables ante la Sociedad y que, a su vez sean transmisores de esa responsabilidad y de los valores humanos que son los pilares básicos de toda Sociedad que quiera vivir en harmonía?
¿No es cierto que en su loable deseo de que todos seamos iguales han optado por la solución más cómoda, la que exige menor voluntad para superarse, la de menor sacrificio, y han buscado esta igualdad por abajo, degradando de esta manera todo lo que pueda servir para la formación integral del ser humano?
A las pruebas me remito.
¿Cómo están nuestras aulas? ¿Cuántos estudiantes abandonan su formación? ¿Qué provecho sacan de ella?
Yo he visto exámenes de universitarios y escritos de profesionales, también universitarios, con faltas de ortografía y errores descomunales de expresión.
¿Cómo ha repercutido esto en los docentes? No creo que tenga que explicar mucho. Vejaciones, amenazas, daño a sus propiedades (motos, coches, casas, instalaciones escolares, etc.), ataques verbales y físicos a sus personas, con la perniciosa consecuencia, pregúntele a cualquiera de ellos, de que estén hastiados, la mayoría, de que la enseñanza se haya convertido en una profesión de riesgo. Para solucionar el problema se les quiere equiparar, poco más o menos, a los funcionarios del orden público. No habría necesidad de ello si se obligase a los alumnos a respetar a los enseñantes y sus decisiones y a ellos se les diere autoridad suficiente para poder expulsar del colegio al que sea causa o motive desórdenes dentro del recinto educativo.
También esto es perversión, degeneración del sistema educativo.
Profesionales sanitarios
¿Acaso esta perversión no ha llegado al mundo de la sanidad? Que se lo pregunten a los que ejercen la medicina en los centros públicos. Cómo la mutación de las costumbres ha originado que los pacientes, la mayoría sin derecho alguno, han atacado verbal o físicamente a los médicos, enfermeras, personal sanitario, en fin, porque no se les ha proporcionado lo que pedía o han considerado que la atención que se les prestaba no era la apropiada o el médico pensaba que ya no estaba enfermo, pero el “paciente” persistía en que le siguiese prolongando la baja por enfermedad.
Más de un caso hemos conocido por los medios de comunicación en el que el agresor ha sido condenado a cárcel.
También el ejercicio de la profesión sanitaria está considerado hoy como profesión de riesgo.
¿No es perversión que loe enfermos quieran dirigir las pautas médicas y la actuación del personal sanitario?
Nuestros menores
Casi cada día nos desayunamos con que los cuerpos policiales han desarticulado una banda nacional o internacional dedicada a la pedofilia o con que padres, profesores, vecinos y/o educadores en general han abusado sexualmente de un menor.
¿Puede haber un crimen mayor que el profanar la inocencia de una criatura cándida e indefensa?
¿Qué son nuestros infantes? ¿Acaso un producto de consumo erótico?
¿No se merecen todo el cariño, respeto, desvelo, protección, atención y toda clase de vigilancia para que no los perviertan?
Parece ser que no, que para muchas personas de todos los estamentos, incluido el eclesiástico, son sólo objetos de disfrute carnal.
Este es el crimen nefando del que hablaba S. Pablo, es decir, la violación, de la que no se debería ni hablar. Eso significa la palabra nefando, porque es tan horrible que con sólo pronunciarla, ya se está manchando quien la dice.
Aquél que vino a enseñarle a la Humanidad, amor, caridad, sacrificio esfuerzo y valores superiores, ya dijo que quien escandalizare a alguno de estos pequeñuelos más le valdría que se atase una piedra de molino al cuello y se arrojase al agua.
Posiblemente fue la vez que más duro se mostró Jesús cuando prefirió el execrable pecado del suicidio, con el que el poder sobre la vida, que es patrimonio de la divinidad, se lo arroga el ser humano, antes de que una criatura inocente fuese pervertida.
Perversión doble porque se pervierte el cariño, cuidado y mimo que merecen nuestros pequeños, por una infamia y porque pervierte su ingenuidad y su pureza.
La Patria
Me refiero sólo a nuestra España. Muchos ciudadanos de casi todo el mundo tienen como timbre de honor y es una gloria para ellos pertenecer a tal o cual país y se sienten orgullosísimos de su Patria. Por citar sólo dos ejemplos: hablo de los franceses (el chovinismo, en su sentido de nacionalismo, es un invento galo) y de los estadounidenses.
¡Que se atreva alguien a ofender a su patria o a su bandera!. Ya se enterará de la reacción de cada uno ante tal desmán. Creo que tenemos un ejemplo bastante reciente de un máximo político nuestro ante el paso de una determinada bandera.
Los franceses se enardecen y emocionan con la Marsellesa. Los estadounidenses, cuando oyen su himno, llevan la mano derecha a su corazón y a más de uno se le saltan las lágrimas. Y su bandera campea en casi todas las puertas de sus casas.
Preguntémosle a cualquier español qué siente por su Patria, posiblemente o no sabría qué decir o nos descorazonaría la respuesta.
¿Nos sentimos los españoles miembros de un solo país? ¿Respetamos y veneramos nuestra bandera? Opino que no mucho. Para saberlo deberíamos preguntarlo a nuestros compatriotas.
¿Qué es nuestro himno para muchos? Un “chunda” “chunda” que, en muchos casos se tararea como una broma.
¿No es esto un pecado contra la piedad debida a la patria?
Otra perversión o alteración de valores.
Medios de comunicación
Por definición cualquier medio de información dirigido al público, ya sea periódico, revista, radio o televisión, es que ha de ser imparcial y la misión que le da su razón de existir es la de informar y comunicar los hechos, procurando no hacerlo subjetivamente pero si de forma objetiva para que el receptor, dentro de su libertad, pueda formarse una opinión sobre aquello que le comunican.
Otra cosa a la que están obligados a hacer, a través de sus editoriales y artículos de opinión, es expresar su criterio sobre cualquier hecho puntual y, de camino, procurar formar y fomentar en los destinatarios de sus comunicados valores humanos y de pacífica convivencia social.
¿Ocurre así? Yo diría más bien que no.
¿Son imparciales nuestros medios de comunicación? Que tire la primera piedra el que lo sea.
Bata leer tal o cual periódico, revista, oír la radio o la televisión, para conocer inmediatamente qué poder fáctico está detrás. Quien le indica el camino que tiene que seguir en su línea de publicación o comunicación.
Con qué ferocidad se ensañan contra su adversario, normalmente político.
Qué hartazgo tan repugnante nos producen cuando vemos de qué fuente beben sus turbias aguas.
Alguna televisión, además de esa tendencia partidista, también tiene otro aspecto más sucio e inmundo. Son los espectáculos en los que los presentados, la mayoría personas impresentables, por sus repugnantes fechorías, robos, latrocinios y hasta asesinatos son expuestos al apetito vergonzoso del público, como seres, en muchos casos, dignos de emulación. Como individuos que han llevado a cabo algo meritorio, por lo que además perciben unos sustanciosos beneficios.
Con ello se fomenta en nuestra niñez y juventud que el camino más fácil para triunfar y conseguir un puesto en la vida es precisamente marchar por la vía de la vida reprobable, la mala vida.
También esto es perversión de la nobilísima tarea de informar y formar.
Políticos
También han entrado por el execrable camino de la perversión.
En una democracia, la esencia de la misma es que el poder de regir el Estado reside en el pueblo, en las personas que, a través de su voto, entregan su voluntad de ser dirigidos por hombres, nobles, dignos, leales y probos que, ante todo y sobre todo, deben de procurar el bien para los ciudadano que han depositado en ellos su confianza y les han entregado su poder.
¿Ocurre esto? Yo manifiesto que más bien no.
Las últimas encuestas señalan que una de las primeras preocupaciones de los españoles es la llamada clase política.
Estamos hartos, saturados, saciados de que se intente manipularnos, engañarnos, defraudarnos, esquilmarnos a base de impuestos y un etcétera tan largo que ha conseguido que los políticos ocupen un puesto en nuestras preocupaciones, cuando deberían de pasar inadvertidos acometiendo su labor de gobernar bien y con eficacia, buscando mejorar en todos los sentidos: económico, cultural, sanitario, seguridad…en definitiva, haciendo al pueblo, de cuyo poder son depositarios, cada ves más feliz y satisfecho con sus dirigentes.
¿Hablamos de corrupción? ¿De transfuguismo? ¿De malversación de fondos? ¿De cohecho? ¿Para qué? Todos sabemos que existen todas estas perversiones en cantidades inimaginables.
Desde luego que todos los políticos no son así, pero son pocos lo que se salvan y seguramente alguno, por estar libre de pecado, pueda tirar la primera piedra.
Voy a poner dos ejemplos que nos ilustrarán que esto de engañar al pueblo para conseguir el voto y luego después no cumplir las promesas que se hacen en las campañas es moneda de uso común entre los que quieren gobernar.
El primer ejemplo es de hace más de 2.000 años. Estamos en Roma, año 63 a.C., Marco Tulio Cicerón prepara su campaña para ser elegido cónsul. Su hermano Quinto le confecciona una especie de programa político en el que, ente otras cosas le dice: “La gente naturalmente prefiere que se les mienta a que se les niegue ayuda.”
La mentira no se hace esperar, pero la ayuda se queda aguardándola el pueblo.
El segundo ejemplo es más reciente. Nos encontramos en los primeros vagidos de nuestra democracia y, con ellos, en nuestras primeras elecciones.
Tierno Galván que indudablemente debería conocer a Cicerón, ya que se preciaba de hablar latín, manifiesta públicamente y está recogido en más de un libro que: “Las promesas de las elecciones se hacen para no cumplirlas”.
¿Hay mayor perversión?
El ciudadano entrega su voto por un contrato verbal. El futuro dirigente le ofrece cosas que se compromete a cumplir y llevar a cabo para bien de quien lo elige. De esta forma consigue el voto del elector confiado éste en que ejecute lo que se le promete, pero si lo que ha dado palabra de realizar ya está pervertido en su raíz porque no se propone ejecutarlo, ¿cómo podemos llamar a esa actitud, sino perversa?
Mejor es no seguir hablando de los políticos.
La Justicia
¿Está pervertida ésta?
De entrada manifiesto que no, al menos toda. Los jueces lo único que deben hacer es aplicar la leyes que aprueban el Poder Legislativo. Pero ahí es dónde le duele, en que cada juez tiene facultad de interpretar dichas normas según su criterio y nadie negará que estamos viendo más de un caso, algún juez ha sido apartado del ejercicio de sus funciones por ello, en el que la interpretación de la ley bordea, roza o traspasa descaradamente lo que en ella se dispone.
Los jueces son ciudadanos como todos los demás y están tan sujetos al imperio de la ley como cualquier hijo de vecino, por ello, si se extralimitan en sus funciones, no pueden ser considerados como seres intocables, sino que se les de aplicar la norma que todos hemos, por decisión del Poder Legislativo, de cumplir.
¿Qué es eso de que cuando un juez prevarique o cometa cohecho, haya quien considere que no ha de ser juzgado como lo somos el resto de los mortales?
¿Dónde se ha visto, en qué país civilizado ocurre que, si existe un juez sobre el que recae la sospecha de que ha dictado sentencias, obrando o transgrediendo la interpretación de la ley no puede ser juzgado como un ciudadano más?
¿Qué es sino perversión de la justicia el que se lleven a cabo manifestaciones y presiones sobre un tribunal que está instruyendo uno o varios casos de posible infracción de la ley por un determinado juez?
Opino que esta actitud es perversión o intento de degeneración de la justicia.
Los Sindicatos
¿Están pervertidos?
Considero que sí.
¿Cuál es la razón de ser del movimiento sindicalista?
Según el diccionario de la R.A.E. un sindicato es:
“Una asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros”.
Yo añado, de los trabajadores.
¿Realmente nuestros Sindicatos están cumpliendo la razón de su existencia?
¿Por casualidad no estarán al servicio de las empresas y el Gobierno que son los que los mantienen?
¿Qué acciones están poniendo en practica para remediar la situación de cinco millones (sí, mantengo cinco millones, pues hemos de contar entre ellos los que reciben cursos de formación, pero no trabajan y los autónomos que, por aburrimiento o porque no pueden, no figuran en las listas de desempleados del INEM.) de parados, algunos, muchos de larga duración?
Puedo hablar con conocimiento de causa. Se de empresas, cuyos pingues beneficios eran constantes todos los años, en las que, con el beneplácito de los Sindicatos y la aquiescencia del Gobierno, promovían y llevaban a cabo Expedientes de Regulación de Empleo, con los que se libraban de muchos empleados saturados de experiencia, que tanto falta hace a nuestro entramado productivo, y los despedían faltándoles bastantes años para la edad legal de jubilación, cargando parte de su estipendio, si no todo, a la Seguridad Social.´
Ésta es una de las razones e su déficit.
En nuestro refranero existe un dicho que reza: “Ningún perro muerde la mano del que le da de comer”.
¿Quién da de comer a nuestros sindicalistas? ¿Quién sostiene a tantos liberados? Desde luego con las cuotas de sus afiliados no tendrían ni para pan y agua.
Contemplamos impertérritos la ineficacia, pasividad, permisividad y sometimiento de nuestros Sindicatos a los poderes fácticos.
¿Cómo podemos llamar a eso? ¿Rendición, sumisión, abyección?
Yo lo denomino simplemente perversión.
Sociedad
¿Qué estamos haciendo los componentes de esta Sociedad para frenar tanta perversión?
Nada. Estamos aplatanados (como dirían los canarios) y no movemos un dedo para frenar tantos y tan grandes desmanes.
Hemos llegado a tal grado de complaciente conformismo que nada nos altera, nada tiene importancia, nunca pasa nada y, si pasa, no lo tenemos en consideración.
¿No es esto una perversión de la humanidad?
¿No estamos aceptando la falta de valores y los contravalores como algo normal?
¿No hemos admitido, con total pasividad, esta inversión de principios, como si fuese lo más natural del mundo?
¿Por qué hemos llegado a este grado de apatía?
Por conformidad, pereza, desgana, falta de empuje.
De eso se están valiendo los que quieren trastocar lo que debería ser inmutable para que una Sociedad prime el esfuerzo, el valor, la renuncia, la entrega, el sacrificio y todo aquello que conforma al ser humano como una persona completa.
Esta inversión, cambio, trastoque mudanza, ¿No nos está diciendo que estamos inmersos en una Sociedad que ha trocado todo lo bueno que tiene el ser humano, por la ramplonería, la falta de superación, la honradez, la probidad, el desprecio al esfuerzo, en fin por todo aquello que ha constituido los principios fundamentales e inamovibles de la misma?.
Después de lo expuesto, considero que podemos concluir con lo que, al principio decía: Vivimos en una Sociedad perversa.

Manuel Villegas Ruiz
Doctor en Geografía e Historia

14/4/10

ASESINAR CON DESCUENTO

No, no, no me vuelto loco ni estoy diciendo ningún disparate. Estamos en una sociedad consumista, posiblemente la de mayor dispendio que haya podido llegar a ser en la historia de la Humanidad.
Las empresas necesitan vender sus productos. Hoy se vende de todo. Prestemos atención a los anuncios comerciales de los programas de radio o de televisión y nos percataremos de que no hay mercancía que no se venda. Absolutamente todo es sujeto de transacción económica. Se mercadean electrodomésticos, ropa, zapatos, remedios para adelgazar, para engordar, para conseguir la belleza; por ser breve, no hay bien que no sea susceptible de ponerse en venta. No hay nada que ningún mercachifle se arredre en vender.
Se venden hasta los seres humanos, en las religiones, en las grandes empresas, en la política (¿nos recuerda algo este aserto?).
La competencia es feroz, inhumana, despiadada y desleal. Todos los que venden lo único que desean es atraerse al cliente, convencerlo o engatusarlo para que le compre lo que ofrece.
Su único propósito es aumentar sus beneficios. Hay un dicho que circula entre los comerciantes que reza así: “En el vender va la ganancia”. Es totalmente cierto porque si se vende por más de lo que costó adquirirlo, ya hay beneficio, si por el contrario se vende a igual precio, por lo menos no se queda en existencias, ocupando espacio y deteriorándose y, por lo menos, se recupera la inversión.
Una forma eficaz de conseguir clientes es mediante las rebajas o descuentos. Se rebajan los bienes a consumir, se hace descuentos en sus precios. Cualquier cosa con tal de conseguir compradores.
Respecto a los seres humanos que se venden hay unos que merecen especial atención: Los asesinos a sueldo. Creo que los ha habido, desde que el hombre es hombre. Dos breves recuerdos. Audax, Ditalcos y Minuro, asesinaron, porque Roma les había prometido pagarles, a Viriato. Ésta, cuando lo hicieron, nos lo financió porque “Roma no paga traidores” y quedaron además de asesinos burlados.
Otra muy breve. Los esbirros del Viejo de la Montaña que saturados de hachís (de ahí la palabra asesino) ejecutaban a ciegas lo que su tirano les mandaba.
Los más recientes son los asesinos pagados que eliminan a cualquiera por dinero. Crímenes de éstos se encuentran con bastante frecuencia en nuestros periódicos o noticieros.
Pero pienso que en ningún momento de la Historia el asesino haya tenido que pagar por eliminar a quien estorba. Hoy se está dando. ¿No me creen? Lo demostraré.
¿Qué es la eliminación de un feto que, al nacer, eclosionará en una vida para perfeccionarse plenamente y compartir?
¿Cómo podemos denominar al nasciturus? La palabra nasciturus significa en latín aquél que ha de nacer. Un feto es un nasciturus, luego tiene que nacer, y por ende es un ser humano.
Como refuerzo de estas afirmaciones citaré algunas, pocas, frases en latín (con su correspondiente traducción) que ya desde la Época de Justiniano lo aseguraban:
Qui in utero sunt, in toto paene iure civili intelleguntur in rerum natura esse (Digesta de Justiniano, Juliano, 1, 5,26) Quienes están en el vientre de la madre, son considerados cono nacidos en casi todo el derecho civil.
Dicimus eum que nasci speratur, pro superstite esse,…, cum de ipsius iure quaeritur (Digesta de Justiniano, Paulo, 50, 16, 231) Decimos que aquél que espera nacer, es considerado, existente puesto que se trata de su derecho.
Podría aducir muchas más, pero no es el momento, ni debo producir hastío.
La mayoría de los científicos también avalan la afirmación de que el feto es un ser humano, desde el momento de su concepción.
Preguntadle a una madre embarazada que quiere que si hijo nazca, siempre se referirá a él o ella, si sabe su sexo, dirá, mi niño, mi niña.
No es cuestión de religión ni de creencias. Es cosa de la más simple lógica.
Cuando un agricultor ha sembrado trigo, cebada o cualquier otra simiente, al referirse a él, aunque todavía no haya emergido la espiga dirá: Mi trigo, mi cebada, etc. Y si algún evento fortuito, lo destruye y lo tiene asegurado, recibirá la correspondiente indemnización por su trigo, su cebada o lo que sea, es decir que el producto sembrado se considera como un nasciturus y si se pierde hay que indemnizar por él.
Pero estamos en una sociedad en la que, por lo que se paga, es por eliminar la vida.
¿Que exagero? ¿Que miento?
Demostraré todo lo contrario.
Nuestro ínclito Gobierno Andaluz ha entrado hoy en el mundo de los mercachifles y de las rebajas y tiene que vender su producto (la eliminación de una vida) al precio que sea.
Para hacer competencia a este mundo comercial tan despiadado, lo único que se le ha ocurrido es que a toda adolescente que posea el Carné Joven, hacerle un descuento, si se queda embarazada, por matar a la criatura que lleve dentro. No uno cualquiera, sino un 20%.
Con ello nuestros próceres de la Junta de Andalucía se convierten en cooperadores cuasi necesarios en un crimen y por ello reos de la misma culpa.
¿Esto qué es, sino vender un asesinato con rebajas, descuentos, llamémosle lo que queramos?
¿Qué país es este en el que se premia por asesinar?
¿Hasta dónde hemos llegado?
Pero aparte de ser esto intrínsecamente malo, hay que añadirle que a mí, que soy literalmente incapaz de eliminar un insecto, dado que es una vida, me están haciendo cómplice involuntario de estos asesinatos con rebajas, ya que se llevan a cabo con los dineros, que, como contribuyente, he de pagar.
No soy yo solamente al que implican, es a todos los andaluces, cualesquiera que sean.
Creo que todos debemos meditar esto con mucho detenimiento y adoptar la actitud que nuestra conciencia nos diga.

Manuel Villegas Ruiz
Doctor en Geografía e Historia

6/4/10

¿EN QUÉ PAÍS ESTAMOS?

EN DEFENSA DE LA VIDA

No, no lo entiendo. No sé en qué lugar del mundo vivo. Desde muy pequeño, mis padres, mis profesores, en el colegio, en la facultad, me enseñaron (vuelvo a decir lo se desde crío) que los humanos teníamos la obligación de proteger la vida bajo todas sus manifestaciones: plantas y animales, ya fuesen racionales o los llamados irracionales, aunque éstos, algunas veces se comporten con más raciocinio que los que conocemos como humanos.
También aprendí que había culturas que consideraban la muerte de un ser humano como algo agradable a la divinidad, ya fuese ésta el Moloc de los asirios-babilonios, los sacrificios humanos de los egipcios, griegos, celtas, aztecas, incas, o bien en los tiempos de Roma que, por cierto los suprimió en el 97 a.C. (ya hace tiempo ¿verdad?).
Esos momentos históricos han sido relegados y son páginas vergonzosas del llegar a ser de la Humanidad que, por dignidad y por coherencia con los Derechos Humanos, a los que todos pretendemos defender, debemos pasar, dar por canceladas y hacernos el propósito de que jamás vuelvan a ser escritas.
Pero he aquí que en el País en el que supuestamente vivo, dado que he llegado a dudar lo de vivir, se está a punto de promulgar una ley que, si los Dios no lo remedia, hasta será aprobada por nuestro Rey, (sí, sí, por nuestro Rey) en la que se permitirá la muerte de un ser humano.
No es un prisionero de guerra como hacían los incas, los aztecas o tantos otros pueblos, sino la de un ser indefenso e inerme que no tiene voz ni sitio en esta sociedad que tan cómodamente nos hemos creado.
Al que pocos o casi nadie defiende. Al que este Gobierno, tan valedor de lo que por derecho le corresponde a toda criatura viviente, no considera un ser, una persona viva.
¿Acaso algún componente de los que nos rigen ha llegado a oír el latido del corazón de un feto mediante una ecografía? ¿Eso no es vida? ¿Qué es entonces?
Se afanan en defender los derechos de cualquier bicho (con todo respeto) viviente, pero es que un feto, según ellos, no es ni siquiera un bicho viviente. Es una cosa que a alguien molesta y hay que eliminar de cualquier forma.
Para eso nuestros gobernantes se devanan los sesos y se apresuran a confeccionar una ley que permitirá matar (sí, sí, matar) una vida que, aunque ellos no lo consideren así, comenzó su andadura en el mismo momento de su concepción, es decir desde que el espermatozoide se introdujo en el óvulo.
Que le pregunten a los que saben de ello, biólogos, médicos, científicos en general, cuándo comienza la vida.
Pero eso no tiene importancia, aquí lo único que hay que salvaguardar es el progresismo y los derechos de la mujer y no los del se que esta formándose para llegar a cumplir la etapa de su vida que es la de feto, para alumbrar, en su momento, como ser humano.
Creo que este progresismo lo que hace es retrotraernos a las etapas mas oscuras de la Humanidad de las que he hablado antes y que es un crimen repetirlas.
Considero que todos debemos de comprometernos en la defensa de la vida. Me parece bien que con el dinero de los contribuyentes se financien programas para salvaguardar la existencia de los animales en vías de extinción.
También opino que es de nuestra responsabilidad salvaguardar la vida de ese animal racional que hemos dado en llamar hombre. No, ciertamente, por ahora no está en vía de extinción, pero en verdad tiene tanto derecho a vivir como cualquiera de los otros animales que tanto nos preocupamos en preservar.
Pero lo degradante, lo inhumano, lo verdaderamente terrible es que a este ser se le está eliminando sin posibilidad de que se defienda. Cuando está en el vientre de la madre. Precisamente en la etapa de su vida en la que depende totalmente del ser que lo gesta
Se hace necesariamente obligatorio que todos que todos nos comprometamos y pongamos los medios a nuestro alcance para que este Gobierno no lleve a cabo su propósito.
El primero en comprometerse debería ser también el primero de los españoles: el Rey, sí, sí el Rey. He oído que la Reina es vegetariana porque, como todos los vegetarianos, no quiere comer la carne de un animal que ha sido sacrificado.
Siguiendo con esa coherencia tampoco se debe permitir que se elimine a un ser humano indefenso.
Nuestro Rey bien podría tomar ejemplo de Balduino de Bélgica que en diciembre de 1989 renunció al trono del país al que tanto amaba para no firmar la ley del aborto que sus ministros proponían y que con la falacia de que era un bien para la nación intentaron convencerlo. La respuesta que dio fue lapidaria: “Me he embarcado solo con mi conciencia y con Dios. Ni el Papa mismo cambiaría mi decisión”.
La ley salió adelante, pero Balduino pudo dormir tranquilo con su conciencia sin mancha.
Juan Carlos, ese es su ejemplo, a seguirlo.

Córdoba, abril 2010

21/2/10

PENSAMIENTO

LO ÚLTIMO QUE SE DEBE PERDER NO ES LA ESPERANZA, SINO EL BUEN SENTIDO DEL HUMOR.
A los sesudos sabios que mantienen que el universo ha surgido espontáneamente y sin intervención de un ser superior les pregunto. ¿Por qué no se están creando nuevo universos si este tiene ya miles de millones de años?

26/1/10

HABLANDO DE RELIGIONES

La religión que hay más extendida en el mundo es el papanatismo

21/1/10

CAMBIO CLIMÁTICO O PUNTO CRÍTICO EDAD GEOLÓGICA

CAMBIO CLIMÁTICO O PUNTO CRÍTICO EDAD GEOLÓGICA

Posiblemente levanten mucha polémica las reflexiones que me estoy haciendo sobre el tan traído y llevado cambio climático y las perniciosas secuelas que recaerán sobre la Humanidad que está coadyuvando con su contaminación, exceso de CO2 en la atmósfera y un sin fin de prácticas destructivas del medio ambiente con las cuales al final acabará produciendo un irreparable desastre en este mundo en el que habitamos.
No dudo de que se estén provocando cambios climáticos y que éstos puedan ocasionar a la Tierra graves efectos, pero también pienso que la tierra tiene muchos millones de años y que ha ido evolucionando y transformándose en lo que ahora conocemos y que esa evolución ni ha cesado, ni acaba ni concluirá, posiblemente hasta que transcurran muchas generaciones de seres humanos o hasta que éstos no habiten ya sobre este planeta.
Quiero comenzar diciendo que no soy ni astrofísico, ni meteorólogo ni geofísico. Entre otras cosas soy Doctor en Geografía e Historia y desde el punto de vista de esas materias de las que conozco algo quisiera enfocar el asunto sobre el que me permito reflexionar.
Como geógrafo pienso, entre otras cosas que más adelante diré, en la teoría de Alfred Wegener. Éste sí era meteorólogo y geofísico. Pues bien, este sesudo alemán, tras muchas comprobaciones, las cuales enumeraré de pasada pues no quiero resultar oneroso, al observar la disposición de los continentes elaboró la hipótesis que luego convertiría en tesis, de que la tierra hacía poco más o menos doscientos millones de años había estado toda unida, formando un solo continente al que después se le dio el nombre de PANGEA (del griego y  todo tierra). Por enormes convulsiones telúricas que dieron lugar a la deriva de los continentes, motivados por los movimientos y subducciones de las placas tectónicas, este inconmensurable trozo de tierra se subdividió en dos que recibieron el nombre de GODWUANA Y LAURASIA.
El primero abarcaba lo que hoy conocemos como América del Sur, África del Sur, Madagascar, Australia, India y la Antártida. Laurasia comprendía el resto.
Recientemente científicos alemanes y australianos han descubierto en el Himalaya oriental un fragmento del primitivo Godwana, que se desplazó desde Australia hasta Asia, en la que hace millones de años contribuyó al plegamiento de la cordillera del Himalaya. Otros sostienen que se desgajó del actual continente africano y, uniéndose a Asia, formó lo que hoy conocemos como la India, pero indudablemente fue la causa del levantamiento del Himalaya. A este fragmento, desubicado hasta hoy se le había dado el nombre de Argolandia y parece que se desgajó hace unos 156 millones de años del bloque principal.
Wegener para elaborar su teoría, realizó innumerables comprobaciones y pruebas, paleontológicas, geográficas, geofísicas y tectónicas, así como paleoclimáticas. Hoy su teoría se encuentra cada vez más consolidada por los recientes descubrimientos que los especialistas en esta materia están llevando a cabo.
Otro punto que hay que tener en cuenta y que está demostrado es que el globo terráqueo, al menos una vez, ha dado un giro de 180º, es decir, que donde antes estaba el Polo Sur, ahora se encuentra el Polo Norte y viceversa.
¿Qué alteraciones climáticas habrán producido estos movimientos tectónicos, erupciones de volcanes (Recordemos el de la isla de Tera (de antes de Cristo), en el Mediterráneo o la del Krakatoa) y tantas convulsiones como han estado azotando a este pedrusco llamado Tierra, durante miles, millones de años?
No quiero extenderme más pero si tomásemos un mapamundi impreso en un plano, podríamos comprobar que todos los continentes con sus penínsulas e islas pueden encajar entre sí como si de un rompecabezas se tratase. Y si tuviésemos la paciencia de cortar los trozos correspondientes lograríamos ensamblarlos casi todos reconstruyendo la primitiva Pangea.
Tampoco debemos perder de vista que se han dado cuatro glaciaciones y que ahora estamos en una interglaciación con sus terribles consecuencias cuando llegue la que se espera (Dios quiera que tarde mucho y que nosotros no la veamos).
También está más que demostrado que zonas hoy desérticas, fueron hace miles, quizá millones de años esplendorosos paraísos de vegetación, llenos de ríos, lagos y vida. Los españoles tenemos relativamente cerca el desierto del Sahara. Éste en tiempos pretéritos, hay restos dendrológicos y paleontológicos que lo confirman, fue una zona de exuberante vegetación arbórea y de matorral. Además hay constancia de que bajo él se encuentran millones de metros cúbicos de agua fósil que si se pudiesen extraer quizá el Sahara volviese a ser el antiguo vergel que antes fue.
Otra cosa que pienso que no debemos soslayar es que la vida en nuestro planeta la debemos (sin entrar en más profundidades) al beneficio/perjuicio que ejerce sobre él una estrella llamada Sol. Ésta nos bombardea continuamente con los privilegios de su calor, así como con los perjuicios de sus radiaciones electromagnéticas y de todo tipo que, todos conocemos, pueden interferir no sólo en nuestra vida sino hasta en nuestros sistemas de comunicación por las perturbaciones que puedan causar.
Como historiador, abreviaré, puedo decir, casi todo el mundo lo conoce, ya que está en la Biblia, que había periodos de sequía, seguidos de abundantes lluvias. Recordemos el caso de José el hijo de Jacob o Israel, pues este fue el nombre que tomó después de luchar contra el ángel. También podemos mencionar el diluvio universal, que no sólo de se recoge en la Biblia sino en la leyenda de Gilgamech, así como en 13 mitos de Asia, 4 de Europa, 5 de África, 9 en Australia y en las islas de los mares del Sur y, finalmente, 37 en América, así que algo debió de haber de cierto sobre ello, cuando en todo el mundo hoy conocido y entre culturas tan diferentes y sin ninguna conexión entre sí se habla de él. ¿Sería una catástrofe climática que afectó a toda la tierra? Creo que hoy, por hoy, no estamos en condiciones de responder a esta pregunta, pero opino que, dado las múltiples y diferentes civilizaciones que hablan de él, algo debió de haber de cierto para que nos haga que no lo olvidemos.
También puedo recordar lo que en Historia conocemos como “veranos podridos”.Eran épocas en las que la lluvia abundaba de manera tan inconmensurable que hacía que las cosechas se pudriesen en el campo y no hubiese oportunidad de recogerlas
Igualmente, por falta de lluvias, había periodos en los que asolaba a la población unas terribles hambrunas, ya que no se habían podido producir cosechas, que hacían que las personas muriesen en plena calle, mientras caminaban.
Yo he comprobado, por mis investigaciones, que en la reunión del Cabildo (hoy Ayuntamiento) cordobés de 7 de julio de 1533, tienen que suspender una reunión de las tres a las que estaban obligados, por pragmática real, a celebrar cada semana. Cito textualmente. “Por las muchas calores que hacen”.
Otro documento que corrobora lo que digo es la carta que el Duque de Medina Sidonia le dirige al Rey Carlos III, en 1605, en la que textualmente le dice. “El año se ha puesto de manera que no se segará una sola espiga más en lo mejor del Andalucía” .
El siglo XVII fue bastante prolijo en sequías, máxime en Andalucía. Son famosas. Una de las más largas fue la que duró desde 1602 a 1608. También hubo otra muy importante en 1617, así como en 1636 en la que al Cabildo de Almonte acordó que: por la mucha necesidad de agua que hay, se acuda a traer a la Virgen de las Rocinas, y se traiga a esta villa, haciendo las rogativas que convenga, y se diputa a Miguel Pichardo para que lleve algún sustento pata socorro de algunos que la ayuden a traer.
Cualquiera que esté interesado en comprobar no sólo los años de sequía en nuestra Península, sino también los de excesivas lluvias, sólo tiene que hacer una cata en las Actas de los Cabildos municipales en los que hay sobrada constancia de los dos extremos.
Experiencias personales mías: Allá por las décadas de los 50-60 del siglo pasado, siendo yo un niño de corta edad, nuestras madres no nos dejaban que saliésemos a la calle, desde las tres hasta las cinco de la tarde, porque se había extendido la noticia de que ese día habría dos horas de asfixia (por causa del excesivo calor).
Otra experiencia que todos los cordobeses y quienes hayan venido a nuestra ciudad en pleno mes de julio y agosto hemos podido comprobar es la del replegamiento sobre sí mismo del asfalto de las calles, producido por el ablandamiento de éste debido al exceso de calor y la acción de los vehículos, autobuses, camiones, etc. al tomar una curva.
Después de esta perorata, a las conclusiones a las que quiero llegar son las siguientes:
1º.-No quiero entrar en ninguna polémica con los defensores del cambio climático, ya que yo no niego que lo haya, sino que estoy abierto a que se pueda deber a múltiples causas, muchas de ellas naturales, aunque la acción devastadora humana sea una más de las mismas.
2º.-No se debe asustar a la población de la Tierra y hacer recaer sobre ella lo que pueda suceder en un futuro más o menos lejano, haciéndola responsable total de cualquier desastre, cuando, por causas naturales la Tierra, ya ha padecido muchos.
3º.-Recomiendo a los defensores del mismo repasen la Geografía y la Historia universal y comprueben que la Tierra ya ha pasado más de una vez sobre situaciones como ésta, parecidas o mucho peores.
4.-Que tengamos en cuenta las mutaciones terráquea suceden durante miles o millones de años y que las edades geológicas abarcan ese tiempo que nuestra mente humana no es capaz de comprender.
5.-Que la vida intelectiva y cognitiva del ser humano dura como mucho setenta u ochenta años, y que en ese cortísimo periodo de tiempo no debe de tener la soberbia de creerse que él va a contemplar y comprender todo lo que ocurre en este planeta. Por lo tanto que adquiera la humildad y cordura suficiente para reconocer que es una simple mota de polvo sobre esta polvorienta tierra y no se arrogue el derecho de opinar que pueda modificar o cambiar lo que viene sucediendo sobre ella durante millones de años en los que él no es que no haya intervenido, sino que no había existido, y que seguirán sucediendo posiblemente cuando no quede ni rastro humano sobre ella.
Finalmente y para terminar ruego a todo aquel que tenga la amabilidad de leer estas reflexiones que, si lo tiene a bien, me aporte toda clase de ideas, opiniones, sugerencias, correcciones. En una palabra todo lo que me pueda servir para mi enriquecimiento intelectual.

Manuel Villegas Ruiz

¡BASTA YA DE FALACIAS!

¡BASTA YA DE FALACIAS!


Estamos viviendo en un momento histórico en el que los políticos, sus aláteres y los periodistas están haciendo lo posible e imposible por escamotearle, ocultarle y encubrirle al pueblo la verdad. Se inventan un sin fin de eufemismos, circunloquios y perífrasis, la mayoría de las veces vacíos de contenido semántico, con tal de encubrir la verdad. Los políticos, sus corifeos y asesores (que buenos dineros cobran solo por figurar), así como los periodistas se devanan los sesos para hurtarle al pueblo la veracidad de lo que ocurre. Una de las falacias con las que nos han querido engañar ha sido con que en nuestro País no había crisis. Cuántos rodeos, cuántos subterfugios, cuántos engaños han empleado para disimular lo que, a la vista de todos, estaba ocurriendo hace más de un año. ¡Pero claro! había que ganar las elecciones y al pueblo no se le podía destapar la caja de Pandora, pues caso contrario, no estarían ahora en el poder.
Por fin no han tenido más remedio que reconocerlo y, aunque a regañadientes y dosificándolo poquito a poquito, han aceptado la situación en la que llevamos ya bastante tiempo. Lo que hace falta ahora es cómo vamos a poder salir de ella.
Lo primero que hace un médico para sanar una enfermedad es reconocer que la persona está enferma y a través de un atinado diagnóstico proceder a emplear los remedios oportunos y pertinentes para devolverle la salud perdida. Aquí no se ha hecho nada de eso. Ahora se quiere remediar el mal a base de parches y ungüentos de Fierabrás que a nada conducen y que, por el camino que vamos, nos llevarán a un callejón sin salida.
Otra falacia es el rodeo que se han inventado, cuando para no decir la verdad mencionan que “no es políticamente correcto”. ¿Quieren Vdes. decirme qué significa eso?. ¿Es un subterfugio para encubrir lo que está palmario? O ¿acaso temen Vdes. que si dicen la verdad, el pueblo descubra sus trapicheos y los pongan en el lugar que se merecen? Desde los tiempos de Perogrullo solamente hay un modo de reconocer lo verdadero y es llamándole al pan pan y al vino vino, así que déjense de encubrimientos y llamen a las cosas por su auténtico nombre. Tenemos un idioma tan rico que posee multitud de palabra para denominar la misma cosa. Por si no lo recuerdan hace más de dos mil años pasó por este mundo un hombre que sólo supo hacer el bien a los demás y nos dejó dicha una frase lapidaria: “La verdad os hará libres”, así que háganle caso si quieren verse exentos de ataduras y cortapisas.
Otra falacia de moda. La emigración ha levantado el País. No soy xenófobo. Estoy de acuerdo en que vengan emigrantes, lo mismo que nuestros compatriotas se repartieron por el mundo en los años sesenta. Lo que quiero es que sea una emigración ordenada. Con contratos de trabajo, reconocimientos médicos y avales suficientes de que la persona que llega viene a trabajar y a llevar una vida ordenada aportando su esfuerzo y ganando su dinero.
Otra falacia, los emigrantes han hecho que se puedan seguir pagando las pensiones de los jubilados. ¿Desconocen Vdes. el gasto médico-farmacéutico y los colapsos que se producen en las consultas de la Sanidad social? Hace poco leía un informe que mencionaba que muchos españoles se habían pasado a la Sanidad privada, por no poder soportar las largas esperas que tienen que aguantar para una simple radiografía o una mamografía.
Para hacer una casa lo primero que hay que efectuar, para que no se caiga, son los cimientos. Comparo nuestro edificio social y nuestro actual “bienestar” con un bloque de pisos. Los cimientos y el cuerpo del edificio los construimos los que nos dejamos la piel trabajando, estudiando y danto clases durante los años sesenta, setenta, ochenta y noventa. Ahora se están cerrando tabiques, poniendo puerta y adornos. Eso es lo que están haciendo los emigrantes. Tiene su valor. Nadie lo niega, pero la estructura la levantamos nosotros y si ahora gozamos de cierto desahogo nadie nos puede negar que es por nuestro esfuerzo.
Además los emigrantes están cotizando para después percibir su subsidio de paro o pensión, si llega el caso, así que no nos están regalando nada. Están ahorrando en una hucha de la que después recuperarán su parte correspondiente

Manuel Villegas Ruiz